En 2007 la ciudad australiana de Sydney lanzó una campaña ambiental intitulada La Hora de la Tierra, cuyo objetivo era dar al interruptor, quedándose a oscuras durante una hora, para demostrar así que cada un simple gesto ciudadano podía tener un impacto positivo en la reducción del consumo mundial de energía y en la lucha frente al cambio climático. En aquel entonces participaron 2,2 millones de hogares y comercios australianos. En 2008, el evento ya se había convertido en un movimiento global, que contó con más de 100 millones de personas en 35 países. Esta acción solitaria, que cruzó todas las fronteras imaginables, superó en 2009 todas las expectativas cuando cientos de millones de ciudadanos en todo el mundo participaron apagando las luces por el Planeta. Varios de los monumentos más emblemáticos del mundo como la Torre Eiffel (Francia), el Times Square (Estados Unidos), el Cristo Redentor (Rio de Janeiro), entre otros, se quedaran a oscuras durante una hora, en una campaña que contó con los nombres más ilustres de las artes y las ciencias. Bajo el slogan de WWF – World Wide Fund for Nature (Fondo Mundial para la Naturaleza), "Este 27 de marzo a las 8:30 p.m. apaga la luz. Ilumina el futuro." podemos hacer historia y quizás con un simple gesto rescatar la esperanza en la Humanidad y en el futuro de nuestro Planeta.
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